Charles-Louis de Secondat de la Brède, barón de Montesquieu (1689‑1755), fue abogado, juez y escritor. Su fama va unida a su obra Del espíritu de las leyes, publicada en 1748 tras varios años de viaje por Europa, durante los cuales estudió los sistemas políticos, la economía, el clima, la historia y las costumbres de los países en que vivió. Considerado por ello uno de los pioneros del Derecho comparado, pero también un precursor de la sociología moderna, Montesquieu propugna un nuevo reparto de los poderes del Estado, basado a la vez en su separación y en su interdependencia con objeto de garantizar su equilibrio. Sienta así las bases del principio de separación de poderes, considerado aún hoy como el fundamento de toda democracia.
Al elegir a Montesquieu, cuyo pensamiento contribuyó a forjar el principio de independencia de la justicia, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea recuerda los valores, comunes a los Estados miembros, que definen la identidad misma de la Unión como ordenamiento jurídico autónomo.
La Torre Montesquieu forma parte del conjunto de edificios que constituyen la cuarta ampliación del Palacio.
Debe su color dorado a la malla de aluminio anodizado que actúa como pantalla solar. Esta misma malla se utiliza asimismo en los demás edificios para dotar de unidad al conjunto. El tejido metálico confiere, gracias al ritmo de su trama, el brillo de su textura y el relieve de sus pliegues, una auténtica identidad a la construcción.
En el momento de su inauguración en diciembre de 2008, junto con su gemela, la Torre Comenius, la Torre Montesquieu era el edificio más alto del país. Sus 26 pisos alcanzan una altitud de 103 metros y han sido actualmente superados por la Torre Rocca.