A | Introducción del Secretario

El Secretario del Tribunal de Justicia, Secretario General de la institución, dirige los servicios administrativos bajo la autoridad del Presidente. Da cuenta del compromiso de los servicios en apoyo de la actividad jurisdiccional durante un año en que esos servicios han tenido que enfrentarse a retos desconocidos.

Alfredo Calot Escobar

Secretario del Tribunal de Justicia


En el plano personal, el año 2020 ha sido un año difícil para todos, debido a las restricciones, la enfermedad y la incertidumbre que lo ha caracterizado.

Desde el punto de vista de la gestión de los servicios de la institución, ha supuesto un desafío considerable afrontado con determinación, método y capacidad de adaptación. Se hizo necesario, en un plazo muy breve, llevar a cabo una completa metamorfosis del modo de funcionamiento de la institución. Ningún servicio se vio exento de esta necesidad de adaptarse, de innovar, de reinventarse.

Afortunadamente, la institución pudo apoyarse en una estructura y unos procedimientos establecidos para situaciones de crisis. Esta estructura se basa en una célula de crisis, competente para adoptar, a escala de la institución en su conjunto, decisiones importantes relativas a la situación de crisis y a su evolución. Toma las medidas generales que se derivan de dicha situación (régimen de trabajo a distancia, medidas transversales relativas a la gestión del personal, etc.). Estas decisiones generales se ejecutan a continuación en el ámbito del centro de gestión de crisis (CGC), integrado por representantes de todas las células operativas que garantizan la continuidad de las actividades en cada servicio. Con ocasión de sus reuniones periódicas, el CGC ha garantizado asimismo el retorno de información a la célula de crisis para permitir el control de la situación.

Esta gobernanza de la crisis, que aúna estrechamente a los servicios y a los dos órganos jurisdiccionales que alberga la institución, ha permitido llevar a cabo una acción coherente articulada en torno a tres objetivos concomitantes e interdependientes: garantizar la seguridad sanitaria del personal y de las personas que han de acudir a los locales de la institución, asegurar la continuidad de la actividad judicial y asistir al personal.

Con vistas a garantizar la seguridad sanitaria en los edificios de la institución y proteger al personal del riesgo de contagio, se decidió, desde el 10 de marzo, que las tareas que se prestasen a ello se realizarían desde el domicilio de los encargados de realizarlas. Este régimen de trabajo a domicilio se generalizó posteriormente haciéndose obligatorio a partir del lunes 16 de marzo, antes incluso del confinamiento decidido por las autoridades nacionales. Los locales del Tribunal de Justicia se hicieron así inaccesibles excepto para las personas encargadas de ejercer funciones esenciales que no podían ejercerse a distancia. Gracias a un seguimiento constante de la evolución sanitaria y reglamentaria de la situación en Luxemburgo y en los países limítrofes efectuado por el servicio de seguridad y por el servicio médico, en cooperación regular con las autoridades luxemburguesas, este régimen fue objeto de adaptaciones siguiendo diversas fases, con el fin de alcanzar un equilibrio entre las condiciones sanitarias, el índice de ocupación de los locales, el mantenimiento de la actividad jurisdiccional y las necesidades del personal.

Paralelamente al régimen de teletrabajo, uno de los instrumentos clave de la protección de la salud de las personas fue la definición y aplicación de protocolos sanitarios precisos y rigurosos. Para que la justicia de la Unión pudiera seguir dictándose, el Tribunal de Justicia reabrió sus salas de vistas el 25 de mayo. Por consiguiente, hubo que gestionar ―tanto desde el punto de vista logístico como de seguridad sanitaria― la presencia diaria en los locales no solo de los miembros del personal necesarios para la organización de las vistas, sino también de abogados y agentes procedentes de toda la Unión Europea. El conjunto de las medidas particularmente exigentes aplicadas (toma de temperatura en el momento del acceso a los edificios, uso obligatorio de mascarilla en las zonas comunes y en las vistas, respeto del distanciamiento físico mediante la separación de los flujos de circulación, desinfección de los lugares frecuentados, instalación de distribuidores de gel hidroalcohólico, pantallas de protección, señalización, sensibilización mediante comunicaciones diversas) permitió garantizar el máximo nivel de protección a todos los implicados, ofreciéndoles condiciones de acogida satisfactorias.

Esta reanudación de las audiencias públicas era necesaria para garantizar la continuidad del servicio público europeo de justicia. Previamente a esta reanudación de las vistas, la actividad judicial pudo mantenerse gracias a la tramitación a distancia de los asuntos, en particular mediante modalidades procedimentales adaptadas. Los representantes de las partes fueron oportunamente informados de las consecuencias procesales resultantes del contexto de crisis y de las medidas adoptadas por las Secretarías de los órganos jurisdiccionales y por medio de un espacio dedicado al efecto en el sitio web de la institución.

Desde el punto de vista técnico, los servicios informáticos de la institución aceleraron, desde el mes de febrero, el programa de equipamiento en herramientas de teletrabajo. El ancho de banda se multiplicó por 10 en las primeras semanas siguientes a la fecha del primer confinamiento y enseguida se puso a disposición de todos los servicios un sistema seguro de audio y posteriormente de videoconferencia.

Como describen detalladamente las páginas que siguen, la institución innovó con el fin de responder a las dificultades de desplazamiento de algunos representantes de las partes. Fruto de un notable trabajo de cooperación entre los servicios, los dos órganos jurisdiccionales y sus secretarías, se ideó un sistema único de participación en la vista a distancia mediante videoconferencia que ofrecía interpretación simultánea potencialmente a las 24 lenguas oficiales de la Unión y de estas.

Por último, en aras de una gestión eficaz de los recursos, se procedió regularmente al cambio de destino temporal de algunos miembros del personal que, dada la naturaleza de sus funciones, vieron reducida su actividad a servicios que, por el contrario, experimentaron un incremento de la carga de trabajo. Esta solidaridad y este enriquecimiento mutuo de competencias y experiencias sirvieron de ayuda para afrontar las dificultades y serán igualmente de gran valor con vistas a la reincorporación exitosa del personal a los locales de la institución.

El último objetivo perseguido en el marco de la gestión de la crisis fue el de acompañar al personal a lo largo de todo este período inédito y caracterizado por situaciones personales difíciles.

Particular atención se dedicó a estas, ya se tratase de personas afectadas por el virus o expuestas al riesgo de contagio, de personas aisladas u obligadas a cuidar de niños en su domicilio. Recibieron el apoyo del servicio de recursos humanos, de los médicos y enfermeras del servicio médico y de la psicóloga de la institución. Los jefes de servicio también tuvieron en cuenta, en un enfoque caracterizado por su interés, esas situaciones específicas para adaptar la forma de ejercer los afectados sus funciones.

Por otra parte, desde los inicios de la crisis, la institución estuvo muy atenta a la necesidad de garantizar una comunicación clara, accesible, coherente y pertinente con su personal. Se establecieron cauces de comunicación complementarios y estructurados, cada uno con su finalidad: sitio web que recopilaba toda la información pertinente, mensajes importantes enviados a las direcciones profesionales y privadas desde una cuenta de correo específica y mediante SMS, comunicaciones al personal de carácter operativo remitidas por correo electrónico y destinadas a informar regularmente de la evolución de la situación y medidas de acompañamiento aplicadas.

La oferta de formación a distancia (e-learning) se amplió con el fin de permitir que los colaboradores continuasen desarrollando sus competencias. El personal directivo superior e intermedio siguió asimismo una formación específica sobre gestión de equipos a distancia.

Se realizaron dos sondeos entre el personal en su conjunto y el personal directivo, respectivamente, con el fin de evaluar su apreciación de los métodos de trabajo aplicados tanto para realizar ciertos ajustes como para analizar las perspectivas a más largo plazo de las innovaciones introducidas en el contexto de la gestión de la crisis.

Por último, en el marco del foro interinstitucional constituido por el Colegio de Jefes de administración de las instituciones y órganos establecidos en Luxemburgo, se sentaron desde diciembre de 2020 las bases de una cooperación con las autoridades luxemburguesas competentes para que las instituciones contribuyesen en la medida de sus posibilidades al éxito de la campaña de vacunación del personal de las instituciones.

La crisis pandémica y la necesidad de hallar soluciones para hacer frente a sus consecuencias sobre la organización de la institución condujeron a una impresionante aceleración de cambios que estaban ya en curso o incluso simplemente en estado embrionario.

Más allá del orgullo de haber llegado juntos a mantener un nivel de actividad cuasi equivalente al conocido anteriormente, a proseguir los proyectos en curso y a ofrecer al mismo tiempo las mejores condiciones de seguridad sanitaria, la gestión de este período inédito para la institución permite atisbar transformaciones duraderas y positivas en la forma de entender los métodos de trabajo, e incluso la propia relación de trabajo, así como las potencialidades de la presencia virtual.

El trabajo a domicilio (total o parcial) constituye una realidad para el conjunto del personal desde el 16 de marzo de 2020. A medida que se iba implantando esta organización impuesta por las circunstancias, emergieron naturalmente los desafíos de una situación nueva desmaterializar y simplificar los procesos decisorios, favorecer la autonomía de los colaboradores y garantizar la calidad de sus prestaciones, revisar el equilibrio entre vida profesional y vida privada, unirse dentro de y con la institución, acercarse a los interlocutores externos― institucionales o ciudadanos― gracias a las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías.

Cuando hayan desaparecido las limitaciones derivadas de la pandemia, la institución deberá mantener el fruto de esos cambios, en el contexto del retorno a una vida profesional cuyas nuevas condiciones se habrán enriquecido. Los obstáculos que se han debido superar constituyen experiencias que nos han hecho individual y colectivamente más fuertes, responsables y solidarios. Y si la institución ha podido hacer frente con éxito a un contexto tan poco favorable ha sido gracias al compromiso y a la cohesión de sus colaboradores, así como al empeño y la diligencia de sus directivos. Podrá contar en el futuro con esas cualidades para preparar la reincorporación de su personal y cerras filas en un entorno en el que la movilidad y la responsabilidad figurarán entre los nuevos parámetros de su organización.

Alfredo Calot Escobar

Secretario del Tribunal de Justicia

ALT TEST TIMELINE COVID EN

On the 10th of March 2020, the Court of Justice took a Decision adopting a policy of generalised remote working.

On the 13th of March 2020, the Court of Justice took a Decision ordering all staff to work from home.

On the 16th of March 2020, the generalised remote working scheme was implemented.

In March 2020, the Court of Justice completed 27 cases, in comparison to 73 in 2019, and the General Court completed 26 cases, in comparison to 52 in 2019.

In April 2020, the Court of Justice completed 75 Cases, in comparison to 47 in 2019, and the General Court completed 36 cases, in comparison to 67 in 2019.

On the 25th of May 2020, the Court of Justice held its first hearing via videoconference.

In May 2020, the Court of Justice completed 49 cases, in comparison to 81 in 2019, and held 3 hearings, 2 of which were via videoconference. The General Court completed 76 cases, in comparison to 86 in 2019.

On the 30th of June 2020, the General Court held its first hearing via videoconference.

In June 2020, the Court of justice completed 74 cases, in comparison to 64 in 2019, and held 19 hearings, 3 of which were via videoconference, in comparison to 23 hearings in 2019. The General Court completed 57 Cases in comparison to 109 in 2019, and held 23 hearings, 1 of which was via videoconference, in comparison to 22 hearings in 2019.

In July 2020, the Court of Justice completed 78 cases, in comparison to 76 in 2019, and held 13 hearings, 7 of which were via videoconference, in comparison to 12 hearings in 2019. The General Court completed 87 cases, in comparison to 72 in 2019, and held 22 hearings, 2 of which were via videoconference, in comparison to 21 hearings in 2019.

In August 2020, the Court of Justice completed 7 cases, in comparison to 4 in 2019. The General Court completed 14 cases, in comparison to 1 in 2019.

In September 2020, the Court of Justice completed 91 cases, in comparison to 99 in 2019, and held 26 hearings, 7 of which were via videoconference, in comparison to 34 hearings in 2019. The General Court completed 95 cases, in comparison to 156 in 2019, and held 39 hearings, 5 of which were via videoconference, in comparison to 24 hearings in 2019.

In October 2020 the Court of Justice completed 110 cases, in comparison to 99 in 2019, and held 14 hearings, 9 of which were via videoconference, in comparison to 20 hearings in 2019. The General Court completed 109 cases, in comparison to 51 in 2019, and held 52 hearings, 8 of which were via videoconference, in comparison to 20 hearings in 2019.

In November 2020, the Court of Justice completed 58 cases, in comparison to 97 in 2019, and held 12 hearings, 8 of which were via videoconference, in comparison to 21 hearings in 2019. The General Court completed 42 cases, in comparison to 54 in 2019, and held 25 hearings, 14 of which were via videoconference, in comparison to 14 hearings in 2019.

In December 2020, the Court of Justice completed 69 cases, in comparison to 107 in 2019, and held 5 hearings, 4 of which were via videoconference, in comparison to 20 hearings in 2019. The General Court completed 88 cases, in comparison to 71 in 2019, and held 12 hearings, 8 of which were via videoconference, in comparison to 23 hearings in 2019.

B | Las fases de la gestión de la crisis

En vista de la situación sanitaria en la Unión Europea y habida cuenta de las medidas adoptadas por las autoridades de Luxemburgo y de los demás Estados miembros, el Tribunal de Justicia decidió, ya el 10 de marzo, que las tareas que se prestasen a ello se realizarían desde el domicilio de quienes debiesen efectuarlas. El 13 de marzo de 2020, habida cuenta de la evolución de la situación sanitaria en Europa y con el fin de evitar la propagación del virus manteniendo al mismo tiempo su actividad judicial, el Tribunal de Justicia dio instrucciones a su personal para que trabajase a domicilio a partir del 16 de marzo, excepto las personas que debiesen desempeñar funciones cruciales. El imperativo de la institución fue proteger a su personal y a los participantes en las vistas, si bien limitando al máximo las consecuencias negativas de la situación originada por la pandemia de la COVID-19 para los justiciables y para la administración de justicia en Europa. Con el fin de garantizar la continuidad del servicio público de la justicia europea y el desarrollo de los procedimientos, la institución afrontó un reto tecnológico y humano inédito.

Régimen de teletrabajo generalizado

Las normas establecidas en marzo de 2020

Basándose en las estructuras y procedimientos implementados para gestionar las situaciones de crisis se adoptaron todas las medidas necesarias para evitar que se acudiese a los edificios del Tribunal de Justicia, permitiendo al mismo tiempo que prosiguiese la actividad de los órganos jurisdiccionales y de los servicios en condiciones lo más parecidas posible a las aplicables en situación de normalidad y necesariamente adaptadas a las circunstancias excepcionales.

La protección del personal

A partir del 13 de marzo de 2020, la institución dio instrucciones a su personal de no acudir a los edificios del Tribunal de Justicia, salvo en casos puntuales y necesarios. El establecimiento de una estrategia temprana de equipamiento en material informático permitió ofrecer acceso a distancia a una amplia mayoría del personal desde el mes de marzo y, progresivamente, a la totalidad de este en las semanas siguientes.

La continuación de la actividad jurisdiccional

Inicialmente prevista durante un período que concluía el 27 de marzo, la suspensión de las vistas orales hubo de prorrogarse hasta el 25 de mayo debido a las restricciones de los desplazamientos vigentes. Las Secretarías de ambos órganos jurisdiccionales se pusieron en contacto con los representantes de las partes para informarles de estos aplazamientos y darles indicaciones sobre el modo de continuación del procedimiento, inaugurándose una página al efecto en el sitio de Internet de la institución.

No obstante, durante este período se tramitaron los procedimientos judiciales urgentes y los asuntos cuyo estado permitía su resolución. Entre el 16 de marzo y el 25 de mayo, el Tribunal General concluyó 51 asuntos, el Tribunal de Justicia dictó 79 sentencias y se presentaron 47 conclusiones.

La tramitación de los asuntos se adaptó a las circunstancias: adopción de decisiones por vía escrita, preguntas escritas a las partes, organización de vistas de pronunciamiento de sentencias y de lectura de conclusiones agrupadas en un solo día a la semana, adaptación de los requisitos de apertura de una cuenta de acceso a e-Curia (aplicación que permite la presentación y notificación de escritos procesales por vía electrónica).

Reanudación de las vistas y reincorporación parcial del personal

Normas adaptadas a partir de mayo de 2020


Reanudación de las vistas orales

Las vistas orales se reanudaron el 25 de mayo de 2020. Los servicios del Tribunal de Justicia establecieron rigurosos protocolos sanitarios con el fin de permitir la celebración de las vistas en óptimas condiciones de seguridad para todos los participantes en la actividad judicial, incluido el público, habida cuenta del principio de publicidad de las vistas.

Las partes que se veían en la imposibilidad de desplazarse pudieron excepcionalmente actuar en juicio a distancia con determinados requisitos. Para ello, la institución diseñó un sistema específico de videoconferencia que permitía ofrecer interpretación simultánea de las 24 lenguas de procedimiento y a estas. Asimismo, se adoptaron medidas sanitarias específicas, en particular en lo que respecta a los intérpretes, que pudieron trabajar en cabina, pero a razón de una sola persona por cabina.

Máximo de

30%

de los efectivos en los edificios

El personal se reincorporó parcialmente a los locales del Tribunal de Justicia para permitir la realización de las tareas que no podían llevarse a cabo a distancia, en particular en el contexto de la reanudación de las vistas en el Tribunal de Justicia y en el Tribunal General. El trabajo a domicilio siguió siendo la norma con objeto de limitar la presencia de personas en los edificios a lo indispensable para el funcionamiento de la institución dada la reanudación de las vistas, es decir entre el 20 % y el 30 % de los efectivos.

Las más estrictas normas de higiene y de distanciamiento, definidas de común acuerdo con el servicio médico de la institución, tuvieron que observarse in situ.

Habida cuenta de la mejora de la situación sanitaria, este régimen se amplió temporalmente a partir del 21 de septiembre, sobre la base de un tope equivalente al límite máximo de afluencia diaria a los edificios, definido de común acuerdo con los médicos asesores de la institución, con el fin de garantizar la eficacia de los protocolos sanitarios. No obstante, debido al empeoramiento de la situación sanitaria en Luxemburgo, el 26 de octubre hubo de restablecerse el régimen anterior de acceso a los edificios de la institución exclusivamente a efectos de la organización de vistas y deliberaciones.

C | Balance de la actividad del Tribunal de Justicia en tiempo de pandemia

La continuación de la actividad judicial del Tribunal de Justicia en tiempo de pandemia se tradujo en la adopción de medidas para garantizar el adecuado funcionamiento de la justicia europea y también para seguir informando a los ciudadanos de la Unión de sus derechos y de la labor de los órganos jurisdiccionales europeos. Ya sea desarrollando un sistema que permitía ofrecer la posibilidad de actuar en juicio a distancia con interpretación simultánea o mediante acciones de comunicación interna y externa, el Tribunal de Justicia ha dado muestras de audacia, iniciativa y adaptabilidad. Al impedirse el acceso a los edificios de la institución y someterse después a estrictas normas sanitarias, la actividad habitual de las visitas del público y de los profesionales y la consulta in situ de las obras de la biblioteca se hicieron necesariamente más escasas, pero se encontraron soluciones alternativas.

252 vistas orales

vistas por videoconferencia (entre el 25 de mayo y el 22 de diciembre)

40 ante el Tribunal de Justicia

38 ante el Tribunal General

Entre el 25 de mayo y el 22 de diciembre de 2020 se celebraron en total 252 vistas orales (que podían referirse a diversos asuntos sustanciados ante la misma formación jurisdiccional). De ellas, 40 vistas ante el Tribunal de Justicia con partes (entre una y cuatro) que intervenían a distancia por videoconferencia y 38 vistas ante el Tribunal General con partes (entre una y tres) que intervenían a distancia.

La vida institucional y la actividad administrativa tampoco se vieron interrumpidas: entre marzo de 2020 y diciembre de 2020, la institución recibió a varios Miembros nuevos. La entrada en funciones del nuevo Abogado General francés, Jean Richard de la Tour, dio lugar a una innovación: su prestación de juramento se realizó a distancia, a través de pantallas, en presencia del Presidente Lenaerts, del Primer Abogado General Szpunar y del Secretario Calot Escobar. Posteriormente pudieron personarse ante el Tribunal de Justicia para prestar juramento Athanasios Rantos, Abogado General griego, el 10 de septiembre, y, el 6 de octubre, Jan Passer, Juez checo del Tribunal de Justicia, e Ineta Ziemele, Juez letona del Tribunal de Justicia, aplicando siempre las medidas de protección sanitaria necesarias.

Todos los servicios de la institución tuvieron que adaptar su modo de comunicación interna a partir de marzo. Gracias a la videoconferencia, los equipos pudieron reunirse y proseguir su trabajo a distancia. Se organizaron así más de 150 videoconferencias o audioconferencias semanales, por término medio, para reuniones internas o interinstitucionales.

Por lo que respecta a la comunicación externa, el Tribunal de Justicia llevó a cabo una serie de acciones a distancia gracias a la explotación de las redes sociales y de los medios tecnológicos con objeto de llegar a la vez al público especializado o profesional y al público en general y de que sus resoluciones pudiesen teniendo una difusión adecuada.

Asimismo, el Tribunal de Justicia organizó, durante todo el año 29 actos protocolarios presenciales cumpliendo exigencias particularmente elevadas, así como 5 visitas oficiales y 5 audiencias solemnes. En este contexto, el Tribunal de Justicia pudo recibir a 171 magistrados nacionales. Si bien estas visitas tuvieron lugar en su mayoría antes de las restricciones de acceso impuestas por la lucha contra la propagación del coronavirus, el Tribunal de Justicia pudo acoger, puntualmente, determinados acontecimientos ineludibles (compromiso solemne de los Miembros de la Fiscalía Europea el 28 de septiembre, audiencia solemne de entrada en funciones de los Jueces Ineta Ziemele y Jan Passer el 6 de octubre), cuyo desarrollo hubo de adaptarse habida cuenta de las restricciones sanitarias.

Por último, los Miembros y el personal de la institución pueden apoyarse en el fondo de la Biblioteca, que cuenta con 285 000 volúmenes (de ellos, 155 000 obras relativas principalmente al Derecho de la Unión Europea), más de 6 300 libros electrónicos, 490 suscripciones a revistas en formato impreso y varios centenares en formato electrónico accesibles mediante bases de datos (más de un centenar). En el marco de la publicación de la jurisprudencia, en 2020 se publicaron 35 019 documentos en la Recopilación. Desde el 13 de marzo de 2020, el mostrador de información implantó diversos sistemas de utilización a distancia de los fondos documentales para compensar el cierre de la sala de lectura a los usuarios (159 digitalizaciones solicitadas y 724 obras en préstamo a través del Biblio-drive, dispositivo autónomo de préstamo y devolución de obras).

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Las vistas orales a distancia

Con el fin de dar respuesta a las restricciones de desplazamiento impuestas por los Estados miembros, la institución ideó un sistema de videoconferencia que permitía, excepcionalmente, a los representantes de las partes que se veían en la imposibilidad de acudir físicamente a Luxemburgo participar a distancia en la vista respetando el principio del multilingüismo. Dos usuarios de este sistema comparten su experiencia al respecto.

Actuar en juicio a distancia

Testimonio de la agente del Gobierno representante de la República de Letonia en los procedimientos ante el Tribunal de Justicia, D.ª Viktorija Soņeca, Directora, Ministerio de Justicia de la República de Letonia

«Es un honor ser invitada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para dar cuenta de mi experiencia de utilización de la videoconferencia en el marco de las vistas orales del Tribunal de Justicia y para compartir mis impresiones sobre este sistema.

En primer lugar, hay que señalar que la transformación digital en la Unión Europea comenzó mucho antes de 2020. No obstante, este año pasará a la historia no solo por la COVID-19 y sus consecuencias, sino también por el hito que supone en el proceso de digitalización con la utilización de la videoconferencia en el marco de las vistas ante el TJUE.

Ello es así porque, pese a que la lista de consecuencias negativas de la COVID-19 es extensa, la pandemia ha fomentado la adquisición de competencias digitales y ha acelerado la implantación de soluciones digitales en nuestra vida diaria. En este sentido, empresas, instituciones y particulares han comenzado a recurrir a soluciones digitales tanto para mejorar su vida cotidiana como para trabajar mejor y más eficazmente y para facilitar la comunicación con los órganos jurisdiccionales nacionales y con el TJUE.

En 2020, los Estados miembros y las partes en los procedimientos pendientes ante el TJUE tuvieron la posibilidad de participar por videoconferencia en las vistas celebradas ante el Tribunal de Justicia. Gracias a esta tecnología, Estados miembros y partes pudieron expresar su opinión en las vistas orales y responder no solo a las preguntas formuladas por el TJUE, sino también a las preguntas y observaciones de las demás partes y de los Estados miembros. Al igual que en una vista oral presencial, durante la videoconferencia se dispone de un servicio de interpretación, posibilitado por la inmensa labor que realizan los intérpretes para traducir simultáneamente las palabras pronunciadas en las vistas, de modo que todos los participantes puedan entender lo que se dice.

El desarrollo de las vistas orales no ha variado, salvo en que los agentes de los Estados miembros y los representantes de las partes pueden permanecer en sus países y participar a distancia. Esta posibilidad conlleva, evidentemente, sus ventajas, como la comodidad, la seguridad y el ahorro de tiempo al evitar los desplazamientos, y también sus inconvenientes, como, por ejemplo, la imposibilidad de impregnarse del espíritu del Tribunal de Justicia, esa formidable experiencia que se renueva cada vez que uno entra en una sala de vistas del TJUE para actuar en juicio, en persona, ante el Tribunal de Justicia.

Es preciso subrayar que el TJUE, al posibilitar la utilización de la videoconferencia para las vistas orales, ha demostrado que es capaz de adaptarse a las circunstancias y que los procedimientos deben seguir su curso a pesar de la crisis sanitaria».

Los retos inéditos de la interpretación a distancia

Testimonio de D. Ignasi Vancells Mora, intérprete de conferencias freelance

La celebración de vistas en las que algunas de las partes intervienen a distancia ha tenido un impacto significativo en la labor de los intérpretes.

Un intérprete freelance de la cabina española que trabaja asiduamente para el Tribunal de Justicia explica lo que ha supuesto trabajar como intérprete para las instituciones europeas ―y más concretamente para el Tribunal de Justicia― en 2020.

«El año 2020 ha sido atípico para todos. Para cualquier intérprete, la pandemia provocó en primer lugar una paralización total de las actividades, debido ante todo a la cancelación de las reuniones internacionales. En el momento de la reanudación, las condiciones de trabajo eran completamente diferentes. Para los intérpretes freelance, esta “nueva normalidad” planteó muchos interrogantes: ¿cómo viajar, dadas las restricciones de los desplazamientos, y cómo trabajar en buenas condiciones sanitarias y técnicas? La videoconferencia, que permitía organizar reuniones en línea, suscitó muchas inquietudes en cuanto a la fiabilidad de las conexiones en línea y la calidad del sonido, que difícilmente es comparable a la de la sala. Hay que multiplicar los esfuerzos para entender a los oradores y el cansancio sobreviene más rápido que antes.

Sin embargo, creo que en el Tribunal de Justicia las conexiones a distancia durante las vistas son generalmente de buena calidad. Ciertamente, es imposible garantizar una calidad óptima en todo momento, pero, en mi opinión, se hace todo lo posible para lograrlo, en particular mediante las pruebas realizadas previamente con los intérpretes. Además, hay una excelente labor de comunicación para informar con antelación a las partes y a los intérpretes de los cambios relacionados con las nuevas modalidades de trabajo y de los preparativos necesarios. Los intérpretes freelance son claramente advertidos de ello en el momento de la celebración del contrato.

La institución ha realizado notables esfuerzos para garantizar el mantenimiento de las mejores condiciones de trabajo posibles. Me han impresionado la seriedad y el rigor de las medidas sanitarias: además de lo que habitualmente se hace, los intérpretes no comparten ni objetos (ordenadores portátiles, auriculares) ni escritorio.

Ni siquiera compartimos ya la misma cabina, por lo que ahora resulta mucho más difícil comunicarse o simplemente escuchar la interpretación de nuestros colegas. Ello puede mermar la uniformidad de la terminología que empleamos. Debemos coordinarnos con antelación. Ante una dificultad cualquiera (cuestión terminológica, problema técnico, etc.), es más complicado ayudarse mutuamente mientras se interpreta. Para algunas preguntas, nos comunicamos mediante gestos, para otras mediante el teléfono móvil o la mensajería instantánea.

En este contexto, la preparación de la vista es fundamental, y el Tribunal de Justicia es, además, la única institución en la que los intérpretes AIC le dedican una jornada de trabajo, al igual que los intérpretes de plantilla. A este respecto, no he notado prácticamente ninguna diferencia desde que empezó la pandemia. Nuestros colegas siguen estando igual de disponibles, aunque tal vez se utilicen más el correo electrónico y los SMS y no haya ya conversaciones informales en los pasillos.

Creo que, al principio, muchos se asustaron al vislumbrar las consecuencias que la pandemia podía tener en nuestra profesión. Pero, tras el shock inicial, se buscaron soluciones y nos hemos adaptado para salir del bache».

Las relaciones con el público

El diálogo con los profesionales del Derecho y con el público en general prosiguió en 2020. Aunque se mantuvieron los cauces tradicionales, este diálogo se intensificó en modo virtual, en particular gracias a los servicios de videoconferencia y las plataformas de redes sociales.

127 grupos de visitantes

es decir, 3 729 personas

21 visitas virtuales es decir, 798 personas

El recurso a los medios de comunicación tradicionales por parte de la Dirección de Comunicación prosiguió, pero se reforzó el uso de las redes sociales. Entre el 16 de marzo y el 22 de diciembre de 2020 se publicaron 142 comunicados de prensa. Las cuentas de Twitter y LinkedIn (en francés e inglés) del Tribunal de Justicia sirvieron para informar de la actualidad del Tribunal de Justicia: se enviaron 668 mensajes vía Twitter para alertar a los seguidores. Estos mensajes iban principalmente destinados, por una parte, a avisar sobre los principales asuntos que iban a tratarse la semana siguiente y, por otra parte, a informar de la publicación de los comunicados de prensa.

La organización de visitas es una actividad importante para el Tribunal de Justicia en el marco de su política de apertura y de difusión del conocimiento no solo respecto de los profesionales y estudiantes de Derecho, sino también de los ciudadanos europeos. Las medidas sanitarias impuestas desde marzo de 2020 frenaron la organización de estas visitas y la recepción de visitantes. Si bien las cifras globales ― 127 grupos para un total de 3 729 visitantes – son inevitablemente inferiores a los resultados de años anteriores, (18 099 personas en 2019), el Tribunal de Justicia supo encontrar una vez más nuevos medios para hacer que sus edificios y sus actividades fuesen accesibles a distancia. Por ejemplo, ofreció encuentros en plataformas digitales con los agentes del Tribunal de Justicia que permitían visitar virtualmente el complejo inmobiliario del Palacio, así como seminarios virtuales organizados a medida en dos días, con la participación de miembros, letrados y administradores del Tribunal de Justicia. Estos seminarios virtuales permitieron que 798 personas, en el marco de 21 visitas virtuales asistieran a presentaciones.

Ene 1 - Dic 31

173 comunicados de prensa

2 292 versiones lingüísticas

702 mensajes publicados via Twitter

273 mensajes en LinkedIn

17 174 solicitudes de información de los ciudadanos

El Tribunal de Justicia, a través de la Dirección de Comunicación, emitió 173 comunicados de prensa (que equivalen a un total de 2 292 versiones lingüísticas) para informar a los profesionales y al público en general (3 366 destinatarios inscritos en las listas de distribución de correo electrónico) de sus resoluciones, pero también de los acontecimientos que marcaron la vida de la institución. El sitio web curia.europa.eu recibió más de 6,6 millones de visitas y se consultaron más de 27 millones de páginas.

La institución mantuvo su presencia en las redes sociales transmitiendo 702 tuits en Twitter a través de sus dos cuentas en francés e inglés. También se publicaron 273 mensajes en LinkedIn.

Dada la imposibilidad de organizar encuentros presenciales como la Jornada anual de puertas abiertas, se decidió hacer uso de las posibilidades que ofrecen las redes sociales para dar a conocer al público del mundo entero el funcionamiento del Tribunal de Justicia. Así, se organizaron tres eventos virtuales exclusivamente en redes sociales con motivo del Día de Europa (9 de mayo), el Día Europeo de la Justicia (24 de octubre) y el aniversario de la primera instalación del Tribunal de Justicia (4 de diciembre): presentación de sentencias del Tribunal de Justicia, animaciones sobre ciertos temas de la jurisprudencia, preguntas y respuestas. Como consecuencia, en particular, de estos eventos, el número de seguidores del Tribunal de Justicia no cesó de aumentar durante todo el año para superar la cifra de 90 000 seguidores en LinkedIn y 100 000 seguidores en Twitter. Estos tres eventos generaron un total de 1 713 000 impresiones (número de veces que los usuarios han visto el tuit) en Twitter y 258 000 impresiones en LinkedIn.

Paralelamente, se organizaron sesiones informativas en línea para la prensa dedicadas a la actualidad procesal. A las 11 sesiones informativas asistieron un total de 94 periodistas.

De conformidad con la normativa aplicable, el Tribunal de Justicia concedió acceso a sus documentos administrativos y a sus archivos históricos, en respuesta a 103 solicitudes. El Tribunal de Justicia respondió asimismo a 17 174 solicitudes de información de los ciudadanos relativas tanto a los casos pendientes como a la jurisprudencia, a su funcionamiento o a sus competencias.

Por último, la Red Judicial de la Unión Europea, creada en marzo de 2017 con motivo del 60 aniversario de los Tratados de Roma y que agrupa a los Tribunales Constitucionales y Supremos de los Estados miembros, se reunió en varias ocasiones por videoconferencia en el marco de dos grupos temáticos: «Innovación» y «Terminología jurídica». Estas reuniones ofrecieron la oportunidad de intercambiar información sobre el uso de las nuevas tecnologías en apoyo de la actividad judicial y de compartir recursos de traducción utilizables por los tribunales nacionales.

La contribución de la Dirección General de Multilingüismo a la continuidad del funcionamiento de la institución

Por Thierry Lefèvre, Director General de Multilingüismo

El multilingüismo se inserta en el núcleo del desenvolvimiento de los procedimientos judiciales ante el Tribunal de Justicia. De no ser así, el ciudadano no tendría acceso a la justicia europea ni a su jurisprudencia, que sin embargo crea derechos y obligaciones. Por ello, ante la brusca aparición de la crisis sanitaria, la Dirección General de Multilingüismo (DGM) tenía el deber de cumplir la misión que se le ha encomendado, atendiendo a la seguridad del personal.

En concreto, mientras la pandemia se fue gestando, los primeros meses del año discurrieron sin problemas. Ya a finales de febrero, la DGM activó su célula operativa de crisis y previó la puesta en marcha de sus planes de continuidad, en estrecha coordinación con los demás servicios del Tribunal de Justicia y los gabinetes de Jueces y Abogados Generales.

El 13 de marzo, tres días antes del confinamiento nacional, se informó a todo el personal de que debería abandonar los edificios del Tribunal de Justicia. Se otorgó prioridad absoluta a la protección de la salud del personal y a la prevención de la propagación del virus. Una vez garantizado este doble objetivo, fue la continuidad del servicio lo que guio la actuación de la DGM. Si bien al principio hubo que dar muestras de diligencia y creatividad para hacer frente a los aspectos concretos de la crisis, fue necesario después demostrar resistencia ante la duración inesperada, y de hecho aún incierta, de esta crisis.

En lo que respecta específicamente a la traducción jurídica, los objetivos, tanto colectivos como individuales, tuvieron en cuenta, al inicio del confinamiento y cuando la situación lo justificaba, la situación particular del personal de la Dirección General (aislamiento, niños en casa, etc.). Al tratarse de una crisis generalizada, la disminución temporal de la capacidad se vio compensada por una reducción de la demanda de traducciones. Posteriormente, las medidas organizativas y el compromiso de todos, combinadas con los frutos de la inversión continua en nuevas tecnologías y la optimización de la externalización, permitieron restablecer la capacidad productiva, de modo que la continuidad del servicio no se vio en ningún momento amenazada.

En cuanto a la interpretación, la cuestión de la continuidad presentó un cariz diferente. Las vistas tuvieron que cancelarse o aplazarse a una fecha posterior al 25 de mayo. Así pues, el período comprendido entre el 13 de marzo y el 25 de mayo sirvió para elaborar un protocolo relativo a las vistas, destinado a garantizar la seguridad sanitaria de todos los participantes en ellas, por ejemplo limitando la ocupación de cada cabina de interpretación a un solo intérprete. Por otra parte, ante las dificultades de desplazamiento a que seguían enfrentándose los representantes de las partes, se estableció un sistema de participación a distancia en las vistas que permitió evitar gran número de aplazamientos. Esta novedad supuso un desafío técnico, cognitivo y organizativo de envergadura, que fue superado con éxito. Por último, el servicio de interpretación se adaptó asimismo a la suspensión de las vistas dedicándose a diversas tareas relacionadas con la formación y el perfeccionamiento profesionales (cursos de lengua, ejercicios de interpretación e intercambios lingüísticos en línea), así como a la promoción del trabajo de intérprete en el ámbito jurídico (seminarios virtuales y módulos lingüísticos).

La DGM se apoyó en el compromiso y el sentido de la responsabilidad de su personal, en la ayuda mutua y en la decisiva contribución de las nuevas tecnologías para organizar la continuidad de los servicios de traducción jurídica y de interpretación.

Por último, la capacidad de adaptación de la DGM se reflejó en la desmaterialización de los flujos de trabajo, la organización de cursos de formación y de reuniones a distancia, destinadas incluso a mantener un cierto contacto y un vínculo social indispensables para el bienestar colectivo, y una política de información periódica mediante correos electrónicos del Director General o boletines informativos.

El resultado está a la altura de los esfuerzos realizados. En efecto, en 2020, y gracias al esfuerzo de todos los implicados, las vistas orales programadas pudieron disponer de interpretación y se pudieron realizar las traducciones necesarias; y el multilingüismo integral pudo garantizarse, en interés tanto de los justiciables como de los ciudadanos, de forma cuasi normal durante este año extraordinariamente difícil para todos.

Las tecnologías de la información ante el reto de la pandemia

Por Raluca Peica, Directora de Tecnologías de la Información

El año 2020 será recordado por la Dirección de Tecnologías de la Información (DTI) como un año caracterizado por una reactividad y una adaptación excepcionales que lo convertirán en un año histórico.

Cuando se inició el teletrabajo generalizado, la principal prioridad era ofrecer a los servicios del Tribunal de Justicia la posibilidad de seguir trabajando con la mayor eficacia posible pese al contexto de confinamiento.

Antes de adoptar la instrucción, dada el 13 de marzo al personal, de trabajar desde el domicilio, ya habíamos preparado a nuestros equipos de soporte a los usuarios para que pudieran atender llamadas desde su domicilio. Anticipando acontecimientos, días antes de la decisión de generalizar el teletrabajo para todo el personal del Tribunal de Justicia la mitad del servicio de asistencia a los usuarios ya estaba trabajando desde su domicilio, lo que nos permitió comprobar que el servicio funcionaba correctamente en la modalidad de teletrabajo y estaba preparado para auxiliar a los usuarios que de un día para otro habían tenido que cambiar su lugar de trabajo. Para dotar a todos los usuarios del Tribunal de Justicia de un puesto de trabajo que les permitiese trabajar en casa igual que en la oficina, aceleramos, a partir del mes de febrero, el programa de movilidad que ya estaba en marcha y equipamos a todos los que aún no disponían del equipo necesario.

Unos días después del inicio del confinamiento, multiplicamos por 10 la capacidad de nuestras líneas de Internet para hacer frente a la explosión de las necesidades de conexión entre el Tribunal de Justicia y el exterior. Esto fue posible gracias a la movilización de los servicios implicados, que hicieron todo lo posible para culminar esta operación en un plazo extremadamente breve.

Comunicación y colaboración fueron las palabras clave de nuestra actividad durante la crisis derivada de la COVID-19, tanto en lo que respecta a la labor judicial como a la administrativa y tanto a nivel interno como externo. Los logros más visibles son el nuevo servicio seguro de videoconferencia implantado, que ha permitido organizar las deliberaciones y reuniones de Sala (15 semanales), así como las reuniones de las Direcciones de la institución (150 semanales). También permitió al Tribunal de Justicia y al Tribunal General celebrar 77 vistas con partes que intervinieron a distancia.

La crisis derivada de la COVID-19 planteó retos, pero también brindó una oportunidad para acelerar la transformación digital que se estaba operando en la institución. Así, tras haber concentrado inicialmente nuestros recursos en la estabilidad de los servicios informáticos y de telecomunicaciones en el contexto de la crisis, reanudamos nuestras restantes actividades y proyectos a un ritmo normal, aunque adaptándolos a las nuevas necesidades generadas por la crisis, como, por ejemplo, el refuerzo de la autonomía de los usuarios respecto de las herramientas de teletrabajo. También continuamos, a pesar de la situación de crisis, nuestra hoja de ruta en materia de transformación digital, en particular en el marco del desarrollo del proyecto de sistema integrado de gestión de asuntos (SIGA) y sobre los programas de estabilidad operativa.

Por lo tanto, 2020 no ha sido un año de mantenimiento del statu quo para la DTI, sino un año de adaptación y evolución.